De La Generación X A La Generación @ : Trazos Transicionales E Identidades Juveniles En América Latina

14 Distrito de comuna de Corral situada en la Provincia de Valdivia de la Región de Los Ríos, en el sur de Chile. Tiene cerca de 1.000 habitantes dedicados a la recolección de peces y mariscos, labores forestales, pequeña agricultura y, últimamente, al turismo en pequeña escala. three El término indígena en México oculta las 62 etnias realmente existentes en todo el territorio nacional, decidimos utilizarlo aquí, porque así los denominan los urbícolas y también las instituciones con las que interactúan.

Concluimos este ensayo planteando cinco tendencias centrales en la transición de la generación x a la generación @ en América Latina. Macuarrada y nopalitos son términos discriminatorios que refieren a indígenas como personas de calidad inferior. 18 Estoy nuevamente investigando (2011) este segmento en los campos de las artes visuales, música, editorial y espacio virtual.

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Asumimos esta perspectiva, que resulta más compleja, y que nos planteará una dificultad para nombrar taxativamente a las generaciones. Delimitar las generaciones de jóvenes en América Latina no es una tarea fácil para los investigadores, pues implica considerar diversos contextos socioculturales en la conformación de los distintos modos de ser joven. En muchos países, regiones y localidades de América Latina las categorías como clase, etnia y género tienen pesos mucho más definitorios en la conformación de sus condiciones juveniles o juventudes. Parafraseando a Rosaldo (1991), y de manera exploratoria, este texto aborda estas relaciones como líneas que se intersectan en zonas contemporáneas transfronterizas con múltiples líneas como urbano, rural, región, global desatascos santa pola, migración, generación, nacionalidad, política, vestido, gustos musicales, etcétera, que complejizan aún más el análisis de la condición juvenil contemporánea en países como México y Chile. Entendemos que el siglo xxi evidencia nuevas circunstancias de la interculturalidad en términos de la aceptación o inclusión de la diferencia entre los modos de convivencia entre distintos grupos y jóvenes que pueden ser leídas en clave generacional. Enmarcadas en el contexto de una globalización asimétrica, resulta relevante el cuestionamiento acerca de cómo resolverán estas asimetrías sujetos socializados en unas mismas coordenadas temporales.

En México esta investigación está a cargo de Octavio Islas, investigador del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de México, Campus Estado de México (ITESM/CEM). Según los datos de la amipci e inegi, los usuarios de web en México son mayoritariamente jóvenes urbanos. Coincide también con los datos del World Internet Project,23 que señala que el 40% de los usuarios de web en México son menores de diecinueve años. Asistimos a la emergencia de una generación de jóvenes que ha nacido en pleno auge de internet y que ha crecido incorporando las tecnologías tanto en su quehacer académico como en sus actividades de ocio y afectividad personales. Para ello describiremos a grandes rasgos la situación de la juventud mexicana y su acceso a web.

Asumimos que la discusión generacional en América Latina pasará, necesariamente, por un debate acerca de la interculturalidad que incluya la aceptación de la diferencia. Y, de manera puntual, por la forma en que se resuelvan las diferencias culturales intrageneracionales en esta región. A partir de cinco casos de jóvenes latinoamericanos —indios, migrantes, pingüinos, generación 2.zero y trendsetters—, problematizamos la noción misma de generación en los contextos sociopolíticos y culturales de la región.

Si bien las generaciones no son estructuras compactas, como hemos dicho, en esta región lo son menos. Las categorías juventud, clase, etnia y género no son neutras, conforman tipos específicos de desigualdades, producto de relaciones sociales y de poder históricamente constituidas en cada país, región y localidad y son usadas como herramientas para common y normar asimétricamente las relaciones entre jóvenes/adultos, ricos y pobres, entre quienes poseen capital y poder y quienes no lo poseen, entre mestizos, blancos e indígenas, entre hombres y mujeres. Son construcciones socioculturales que han convertido las diferencias de edad o las biológicas del sexo en jerarquías de poder, de estatus y de ingresos a través de complejos sistemas de diferenciación y distinción culturales, que justifican constantemente la posición subordinada y dependiente de las mujeres, de los jóvenes, de los pobres, de las clases medias y populares, de los indígenas. Así lo demuestran los datos más recientes, según los cuales, la mitad del país tiene menos de 26 años (inegi, 2011). Paralelamente, el acceso a las tecnologías de la información también ha ido incrementándose en los últimos años.19 Si bien es cierto que la brecha tecnológica sigue imprimiendo diferencias brutales entre la población que no accede a la tecnología y la que sí, es innegable también el hecho de que amplios sectores de la población, sobre todo en sectores urbanos,20 están conectados.

Los casos mostrados en este ensayo, México y Chile, ilustran las tensiones generacionales que ocurren entre estos mundos rurales y/o indígenas y la escena urbana. Por un lado, constatamos la migración y consecuente visibilización de los jóvenes indios en las ciudades y, por otro, la irrupción de ciertas formas juveniles culturales urbanas que impactan los mundos rurales. Estas tensiones provocan importantes transformaciones socioculturales en relación a la construcción de las diversas juventudes en cada contexto sociocultural, de cómo se recuperen u olviden las tradiciones y se construyan nuevas formas de ser joven en las nuevas realidades migrantes y locales que la globalización está provocando desde hace un cuarto de siglo en las zonas de expulsión o de arribo de los jóvenes. Asimismo, estas nuevas realidades transforman ciertas prácticas sociales y permiten la emergencia de novedosos consumos culturales. Esta heterogeneidad se traduce en distintos modos de ser joven, algunos más vinculados a la globalización —ya sea a través del mercado de trabajo, internet desatascos sant andreu de la barca y la cultura digital, medios de comunicación o redes afectivas de migrantes cercanos— y otros más ligados a culturas regionales y/o locales. En este sentido, la emergencia de estas identidades juveniles es una hipérbole del propio reacomodo de las interconexiones rurales y urbanas en Chile.

Según datos del último estudio de la AMIPCI (2011), en 2010 el número de internautas alcanzó los 34.9 millones; es decir, de cada one hundred viviendas en México, 29 poseen una computadora y el 70% de la población que tiene computadora en casa, tiene acceso a web. De nuevo, según el mencionado estudio, el 27% de la población que cuenta con servicios de internet tiene entre doce y diecisiete años y el 23% tiene entre dieciocho y veinticuatro años. Si sumamos los porcentajes, la mitad de los usuarios de web en México son jóvenes (entre doce y veinticuatro años). Este último dato plantea nuevas interrogantes a quienes venimos interesándonos en la relación de los jóvenes con los medios de comunicación. De manera puntual, nos obliga a mirar lo que ocurre en el amplio ecosistema mediático que se conforma hoy con el agregado de web, celular y videojuegos. Desde el marco «forma de vida», los trends se ubican de una manera particular entre los generadores y difusores de novedosos estilos de vida y de trabajo.

7 Algunas de las carreras que los jóvenes entrevistados y participantes en el Taller de Intercambio entre jóvenes indígenas y migrantes en la ciudad (CDI, abril 2006) estaban cursando en la ciudad son antropología, etnohistoria, lingüística, historia, geografía, filosofía, comunicación, música, artes plásticas y derecho. 25 Término desarrollado por Reguillo (2011) que preferimos utilizar en vez de exclusión, para designar el proceso social que tiene lugar en el México de hoy, en donde ciertas políticas neoliberales tienden a dificultar el acceso a los bienes y servicios por parte de amplios sectores de la población. four Por etnias del desplazamiento, Mora et al. (2004) entienden el desplazamiento territorial orientado al cambio residencial de los grupos sociales a fin de mejorar su calidad de vida.

Frente a la tendencia homogeneizante de la cultura international, cada localidad es tipificada por la hibridación cultural y la heterogeneidad, sujetas a fuerzas transnacionales/globales (Boyd-Barret, 1997). Una de sus expresiones más visibles tiene que ver con las hibridaciones de las prácticas culturales y sociales de los sujetos jóvenes, cuyos productos resultantes muestran transformaciones importantes en términos de la construcción identitaria juvenil contemporánea, que si bien manifiesta pertenencias, tiende a abrirse a la experiencia con unos otros distintos. Las imágenes culturales de lo juvenil que circulan en los circuitos del mainstream world no solo se reproducen a nivel local en reapropiaciones socioculturales específicas, sino que también manifiestan de manera acelerada estas apropiaciones locales y las devuelven al re-colocar ciertas tendencias en otras latitudes. Los casos de los metaleros rurales o los jóvenes indios en las grandes urbes que gustan del ska y del punk, como vimos en este texto, nos muestran un atisbo de esta glocalization (Boyd-Barret, 1997). Indudablemente web y las redes sociales han venido a reconfigurar las formas de organización y participación.

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