Las concesionarias de servicios sanitarios pueden entregar asesoría a los sistemas rurales, como una actividad relacionada y no obligatoria. Adicionalmente, las concesionarias pueden, en virtud del artículo fifty two bis del D.F.L. MOP Nº382/88, establecer, construir, mantener y explotar sistemas de agua potable, alcantarillado y tratamiento de aguas servidas en el ámbito rural, bajo la condición de no afectar o comprometer la calidad y continuidad de los servicios públicos sanitarios que son se su responsabilidad. En este caso, ello se enmarca en el ámbito de prestaciones relacionadas con el objeto de las concesiones sanitarias, no obligatorias y sometidas al régimen privado o de los servicios particulares. Carlos Díaz Avendaño, jefe de la Unidad Regional SUBDERE de la Región del Maule, indicó respecto de esta jornada que la inserción de la Subsecretaria en este tipo de iniciativas surgió “a partir de la falta de regulación de los servicios sanitarios rurales”. A partir de 1975, esta vez bajo una nueva política económica neoliberal, se llevó a cabo una profunda reorganización y racionalización del sector público, que llevaría a un cambio de los paradigmas que habían definido la trayectoria del sistema sanitario estatal. En lo medular, se produjo un aumento progresivo de las tarifas y mejores sistemas de cobranza y recaudación que disminuyeron considerablemente las perdidas operacionales, generando también un aumento de los ingresos propios.
También mantenía la obligatoriedad de conectarse a los servicios de agua potable y alcantarillado una vez disponible el servicio en un plazo de un año80. Según los datos de la Inspección, en 1924 la misma administraba servicios de agua potable de Arica a Chiloé en seventy seven centros urbanos y de alcantarillado en 11, a los que habría que sumar los servicios de agua potable y alcantarillado de Santiago, Valparaíso y Punta Arenas de administración municipal. Seis años más tarde, 1930, los servicios de agua potable administrados por la Inspección solo habían aumentado a eighty two y los de alcantarillado a 1973. Respecto del alcantarillado, se sumaron, con obras terminadas, los de San Felipe, Cartagena y Temuco en 1929, y los de Rancagua, Parral, Osorno e Iquique en 1930. La intervención del Estado en el servicio de agua potable y alcantarillado significó que los municipios entregaran la gestión de estos servicios a instituciones estatales, específicamente a los ministerios del Interior y de Obras Públicas48. En este último ministerio fue la Inspección General de Hidráulica, dependiente de la Dirección General de Obras Públicas, la institución encargada de realizar los estudios y presupuestos sobre agua potable y alcantarillado, tanto para dotar de estos servicios a nuevos poblados como para el mejoramiento, mantención o ampliación de los mismos en centros urbanos que ya contaran con ellos.
El primero era un órgano consultivo donde convergieron médicos, ingenieros y políticos, que estudiaban y proponían al gobierno medidas para avanzar en la salubridad pública. El segundo era un organismo técnico encargado de hacer estudios científicos de higiene pública y privada, especialmente análisis químicos y bacteriológicos de las aguas potables de las principales ciudades del país32. La iniciativa se presenta en busca de mitigar la contaminación de pozos negros aún presentes en zonas rurales y mejorar así la calidad de vida de las familias. Son fifty six localidades de la región de La Araucanía que comenzarán a trabajar en proyectos de saneamiento sanitario, donde en primera etapa se realizará un levantamiento de información y se estudiará la factibilidad de cada terreno. Esta cartera de proyectos beneficia principalmente a las familias de las localidades rurales y territorio insular afectadas por la escasez hídrica y déficit de saneamiento sanitario en la región.
De este modo, en 1923 se terminaron los alcantarillados de Arica y Tocopilla, y en 1925 el de Talcahuano. Contribuir a mejorar la calidad de vida de la población de escasos recursos que habita en condiciones de marginalidad sanitaria, otorgando infraestructura para implementar los servicios básicos de agua potable y alcantarillado sanitario. Reducir el déficit de cobertura de servicios de abastecimiento de agua y disposición adecuada de aguas servidas en las áreas rurales con soluciones costo eficientes y sostenibles en el tiempo. Junto con esta gran inversión, el MOP, a través de la DOS, realizó inversiones adicionales para ampliar sus servicios de agua potable y alcantarillado a lo largo del país, pasando de administrar 59 servicios de agua potable y alcantarillado y 60 solo de agua potable, en 1949, a 118 y one hundred fifty en 1976, respectivamente, como se observa en el siguiente cuadro. Particularmente activo fue el gobierno de Frei Montalva, que gracias a la implementación de un plan quinquenal103, logró aumentar en más de 40 los servicios de agua potable administrados por el fisco104. En total, bajo la presidencia de Frei Montalva, se instalaron más de medio millón de nuevos arranques domiciliarios, y 322 mil arranques domiciliarios de alcantarillado en el sector rural chileno105.
Sin embargo, el terremoto de 1906 destruyó la pink y fue necesario comenzar su reconstrucción en los años siguientes, tarea que se encomendó a la Compañía de Desagües de Valparaíso54. Entre estas medidas cabe mencionar la fijación de tarifas que no solo les permitieron autofinanciarse, sino que también obtener utilidades y realizar inversiones que llevaron las coberturas de agua potable y alcantarillado urbano al 99 tuberia alcantarillado,3% y 91,6%, respectivamente. Esta desigualdad se debe principalmente al hecho de que el proceso liderado por el estado entre fines del siglo XIX y fines del XX estuvo restringido por la disponibilidad de recursos financieros del estado.
Para Antofagasta solamente, a raíz de un rezago en la puesta en marcha del alcantarillado de dicha ciudad, “según la opinión de los médicos de Antofagasta… mil vidas cuesta el no funcionamiento del alcantarillado”. Con la implementación de estas reformas la dictadura pretendía pavimentar la privatización del sector sanitario. Sin embargo, el comienzo del fin de dictadura tras el plebiscito de 1988 y, el posterior retorno a la democracia tras la elección presidencial de 1989, no generaron un ambiente político y empresarial idóneo para tales efectos. Lo que sí señalaron tuberia de alcantarillado sanitario estas reformas fue el fin de la acción del MOP en el desarrollo del sector sanitario a través del SENDOS, que desde 1953 a 1990, logró aumentar sostenidamente la cobertura urbana de agua potable del país. Con esto, se pretende mejorar las condiciones sanitarias para este establecimiento rural, que en la actualidad cuenta con un sistema de alcantarillado muy antiguo. En la misma línea, el proyecto de diseño para alcantarillado en Las Coimas está a la espera de la resolución satisfactoria (RS) para que le sean adjudicados sus correspondientes recursos.
Con todo, gracias al uso de estas fuentes, se mostrará que, luego de un largo letargo, el Estado chileno y sus instituciones tuvieron un rol fundamental en la formulación y ejecución de los proyectos destinados a dotar al país de una infraestructura sanitaria universal11. Estas políticas públicas estuvieron guiadas por el convencimiento de la gran influencia del entorno ambiental y social en el desarrollo de enfermedades infecciosas, ligadas a la falta de salubridad de las ciudades, la cuales debían ser solucionadas con el mejoramiento del suministro de agua potable y las redes de alcantarillado. En virtud de lo anterior, se privilegió durante la mayor parte del proceso una política tarifaria de bajo costo de estos servicios para la población (i.e. subsidiados), aun a costa de hacer deficitario la gestión operacional del sistema y de hacer sus inversiones dependientes del presupuesto público. Hay, por lo tanto, que diferenciar entre un primer y más largo periodo donde domina la acción estatal, seguido de otro corto periodo con gran protagonismo del sector privado, sobre todo en el proceso de tratamiento de aguas servidas. El Estado tendría la administración de estos servicios y la recaudación del impuesto hasta que se reembolsara totalmente de lo invertido en su ejecución, con el interés del 5% anual, pasando estas obras a la propiedad de los respectivos municipios.
La jornada de nuevos conocimientos y técnicas sobre el tratamiento de aguas servidas, se efectuó el viernes 6 de mayo en la localidad Santa Rita, comuna de Pelarco, donde se realizó el Taller de Laboratorio para Operadores de Plantas de Tratamiento de Aguas Servidas (PTAS) dirigido a algunos Servicios de la Región del Maule que también administran Sistemas de Recolección y Tratamiento de Aguas Servidas en el sector rural. Como parte del Plan de Desarrollo Estratégico de la Unidad de Saneamiento Sanitario de la Subsecretaria de Desarrollo Regional y Administrativo, se desarrolló en Pelarco una nueva capacitación a operadores de sistemas de tratamiento de aguas servidas en el sector rural. Estas obras se están concretando gracias a una inversión municipal de más de 70 millones de pesos, y ya están prontas a ser terminadas, así lo señaló el Alcalde Óscar Sumonte. “Este es un anhelo que todos estábamos aspirando, no sólo los usuarios, sino que la preocupación municipal para que este colegio tuvieras las condiciones sanitarias que exige la normativa y la ley. Por lo tanto, hacer esta visita a la obra que ya está pronto a conectarse, estamos sólo en espera de la resolución para que esto funcione definitivamente”. El último de ellos fue la aprobación técnica para la ingeniería de construcción del alcantarillado de Granallas.
Con todo, el aumento de cobertura pasó de un 6% en 1960 a un 31% en 1970 para dichas localidades115. Los servicios de agua potable y alcantarillado administrados por la Dirección solo alcanzaban a financiar sus gastos operacionales, pero no amortizaban sus inversiones e interés involucrados, razón por lo cual estaban en constantes déficits. Esto se debía a las bajas tarifas que fijaba el gobierno, las cuales se explicaban, según el director de la Dirección, porque “el Supremo Gobierno ha querido mantener la política de no ver en estos Servicios una fuente de entradas, sino un medio para mejorar el estado higiénico del país”93. En vista de lo anterior, las inversiones para la expansión de los servicios de agua potable y alcantarillado seguían siendo financiados vía ley de presupuestos, que asignaba anualmente partidas para este fin94. De hecho, entre 1931 y 1943 se habían invertido con cargo a dicha ley la suma de 181,2 millones de pesos95.
La segunda sección entrega una detallada recopilación, consolidación y depuración de antecedentes referentes a los Servicios de Agua Potable Rural existentes en el país. Basado en datos obtenidos desde distintas fuentes se entregan antecedentes sobre análisis de calidad del agua con ubicación de los abastos por Región, población abastecida, tipo de fuente de agua utilizada, equipamiento y tecnología de tratamiento utilizada y tipo de administración, Comité o Cooperativa. A lo anterior se agrega información detallando, en cada caso, cobertura según tipo de solución adoptada (individual o sistema de alcantarillado), manejo de las aguas servidas (tipo de tratamiento) y condiciones y estado de funcionamiento de las soluciones implementadas).
La gran epidemia de cólera que afectó con virulencia al país entre 1886 y 1888 llevó a las autoridades a darle debida importancia a la deplorable situación sanitaria de las ciudades, especialmente a sus sistemas de agua potable y alcantarillado. Por esta época los sistemas de suministro de agua potable seguían los patrones coloniales, que básicamente consistían en trasladar mediante una canalización de cal y ladrillos aguas de quebradas, vertientes, posos o ríos, para ser distribuidas a los habitantes de ciudades y pueblos mediante acueductos que se conectaban a las pilas de agua ubicadas en distintos lugares de la urbe, siendo en basic aguas de mala calidad. Santiago se abastecía, por ejemplo, principalmente de agua proveniente del río Mapocho22, la que ni siquiera era potable23. Solo en las grandes ciudades, Santiago y Valparaíso, se había avanzado con redes de agua potable canalizadas con tubos de steel que permitían suministro domiciliario a las viviendas principales y edificios públicos24, en iniciativas normalmente lideradas por los gobiernos locales (i.e. municipios) en conjunto con el sector privado, y principalmente restringidas al centro de las ciudades 25.